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La profesora de español era tan hermosa que el chico más tímido de la clase se atrevió a hablarle y acabaron teniendo una cita en su apartamento.
La estrecha secretaria de su jefe siempre parecía tan fría e inaccesible, pero en cuanto se encontraban a solas en el apartamento, se mostraba dispuesta a hacer cualquier cosa para complacerlo.
La colegiala era una jovencita estrecha pero sumamente flexible, capaz de adoptar las posiciones más inverosímiles.